Fragmentos del libro de Jose
MªPoveda: "Chamanismo, el arte natural de curar".
"La figura central del antiguo sistema de creencias siberiano es el
chamán, que media entre el mundo de los hombres y el de los
espíritus o las almas. La principal característica de los chamanes
euroasiáticos es la capacidad de provocar de forma VOLUNTARIA un
éxtasis que altera su estado de consciencia: en pocas palabras, son
MAESTROS en las técnicas del éxtasis. A través de la experiencia
simbólica de los viajes, plagados de visiones, el alma del chamán
actúa como intermediaria entre los mundos.
Conforme a otras definiciones, los viajes a mundos trascendentales
son las características más destacadas del chamán, aunque ese viaje
se realiza con un fin determinado, pues un miembro de la comunidad
precisa de ayuda. El objetivo del chamán es siempre resover una
situación de crisis, teniendo que soportar el dolor que ello
conlleva.(...)
A pesar de las grandes diferencias existentes entre culturas, en la
tradición siberiana existen algunos rasgos esenciales generales que
se encuentran muy difundidos. Se dan coincidencias estructurales
sobre todo en el concepto del mundo y en la creencia en espíritus.
En la cosmología chamánica el Universo está dividido en tres.(...)
Los mundos superior e inferior, de los espíritus, se descomponen a
su vez en más capas. El mundo central es en el que habitan los
hombres; de su centro, el ombligo del mundo, emerge un árbol
gigantesco, una columna que llega hasta el cielo: la columna o la
montaña del mundo, el eje vertical que conecta los mundos entre sí.
El paso entre los mundos se encuentra en una abertura en la Estrella
Polar. El gran cielo cubierto de estrellas (el mundo superior) era
imaginado como una gran tienda cuyo poste era una columna cósmica
que se identificaba con la Vía Láctea. Esta columna, montaña o árbol
que llega hasta el cielo y que conecta los mundos entre sí, se
representa con el árbol del chamán(...)
Los otros grandes pilares de la fe chamánica la forman el panteón de
los dioses y los grupos de diferentes espíritus, pues las tres capas
del mundo están habitadas por dioses y espíritus. (...)La
importancia de los espíritus en el mundo de las creencias del
chamanismo es mucho mayor que la de los dioses. Hay dos ocasiones en
las que su papel resulta esencial: en la consagración de los
chamanes y en los ceremoniales. Los aspirantes a chamán, incluso
antes de la consagraciÓn, deben encontrar sus espíritus ayudantes en
forma de uno o varios animales (por ejemplo, lobo, oso, cuervo o
gaviota). Los espíritus le ayudarán conduciéndole a través de las
múltiples penalidades del ceremonial de la iniciación, y su
aparición significa que el aspirante a ser consagrado ha sido
elegido por ellos para esta tarea.
También hay espíritus heredados.(...)Los espíritus auxiliares
acompañan a los chamanes en su camino al más allá.
El chamán considera su fuerza y su sabiduría siempre como una
FUNCION SOCIAL. En las diferentes culturas le aguardaban papeles muy
variados; naturalmente, el chamán que dirigía un clan en una
comunidad de pescadores o cazadores tenía un peso diferente del que
le correspondía al chamán superior de la corte en los grandes reinos
nómadas de jinetes. En resumen, las funciones sociales que
correspondían por regla general al ámbito de competencias de los
chamanes euroasiáticos eran las siguientes:
1. Dirigente material y espiritual del clan (protector de la
consciencia étnica).
2. Sacerdote de sacrificios.
3. Guía de las almas.
4. Conocedor de las profecías.
5. Curandero.
6. Poeta, juglar, figura principal en el drama del acto chamánico.
Las profecías tenían diversos objetivos; con ellas se elegían el
momento y el lugar para la realización de los sacrificios o se
averiguaba qué tiempo iba a hacer o cuál sería el destino de un
recién nacido.(...)
(...) Las enfermedades podían aparecer en cualquier momento y ponían
en peligro el equilibrio de la división diaria del trabajo dentro de
una pequeña comunidad (de la familia o del clan). Conforme a las
creencias chamánicas, las enfermedades son siempre desencadenadas
por algún espíritu que debe ser extraído, normalmente
mediante «succión». Ésta es una forma profundamente humana de
curación, pues el acto simbólico tiene un efecto psíquico muy fuerte
ya que el enfermo tiene la sensación de que otro le quita el dolor y
lo hace suyo.(..)
Aparte de esto, el chamán tenía una misión que suele olvidarse, a la
que Mircea Eliade (1978) le da el nombre griego de psychopompos: el
chamán pasa al mundo inferior para encontrar y recuperar las almas
de los enfermos y de esta forma también restaurar la unidad, la
integridad de cuerpo y alma, o para conducir el alma de los muertos
al más allá.
(...)En el caso de los nanai el curandero constituye la categoría
más modesta entre los chamanes; al segundo grupo pertenecían los que
además de curar se dedicaban a actuar como chamanes en los actos
conmemorativos en honor de los muertos; los pertenecientes a la
categoría más elevada estaban en posesión absoluta de la sabiduría
chamánica, de forma que podían acompañar al más allá a las almas de
los muertos.
(Cuánto más lejos viaja un chamán y más difícil es su misión, más
poder se le supone)
Otra función medio olvidada es la de poeta y actor: Los chamanes que
custodiaban las tradiciones orales eran poeta y juglar en una misma
persona. En los pueblos de lengua turca de Asia Central se
denominaba bakhsi al chamán con poderes curativos que además era
juglar nómada. Podría haber una relación entre el chamanismo y los
orígenes de teatro (...)
Los chamanes reciben en sus actuaciones la ayuda de animales
espirituales. Antes es necesario captarlos mediante largas
penitencias: ayuno, caminatas, baños en agua helada, y por último
esperando la aparición de visiones. (Esto se da muy especialmente,
también, en el chamanismo americano. Los norteamericanos y
su "busqueda de la visión", las cabañas de sudar que se usan en toda
américa, etc).
(...)La personalidad del chamán sufre fuertes presiones físicas y
psíquicas durante el período iniciático. Puede resultar enfermo de
los "nervios" y/o salir fortalecido del proceso. Entonces la
comunidad ve en el chamán a una persona bendecida con la sabiduría,
y espera sus consejos y decisiones.
El chamán siberiano, por su parte, se considera "escogido". Al
contrario que los sacerdotes de las grandes religiones del mundo, el
chamán sigue su llamada con independencia de sus deseos. Es muy
normal que al principio opongan resistencia a la llamada (pues sabe
muy bien que el aprendizaje y la posterior vida de chamán es
exigente, durísima y nada cómoda)y al final termina por asumir su
destino (a veces incluso para parar el sufrimiento y la enfermedad
propias, pues se siente acosado) y acepta el doloroso camino de la
iniciación".
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